sábado, 16 de marzo de 2013

Calisto y Melibea


Mi amado Calisto:
Esta noche soñé con sus versos,
y mirando a las estrellas te insisto,
que en todo lo que yo he vivido,
jamás he sentido esto.
En mi sueño estaban sus besos,
Acompañados de dulces caricias,
susurrándonos al oído que esto bien saldría.
Terminaba la oscura noche,
y después de mil reproches,
hacia tu casa volvías.
Sola me quedaba,
esperando a volver a verte,
y así, de nuevo tenerte.
El amanecer hablaba,
y yo seguía parada,
escuchando con detalle,
que en el amor, todo vale.
Había sido testigo,
de lo que en aquella noche había sucedido.
Y sin ningún pesaje,
y sin avergonzarse,
tuvo que reconocerlo,
le encantó verlo.
Cogió el equipaje
y logró ensancharse.
Y pensando en vos me encuentro,
sabiendo que te has llevado mi corazón entero.
Sabiendo que esto no está aceptado,
cualquier cosa haría por estar a tu lado.
Nadie conseguirá ponernos freno.
Eres culpable de que sonría.
Que jamás me dejes, espero,
sin ti ya no puedo.
Pero contigo no tengo prisa,
nos queda toda una vida.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Hola, bienvenido.
Se pueden poner comentarios en anónimo.
Cuidado con las expresiones, faltas y demás.
Prohibido borrar comentarios ajenos.
Adelante.